En esta ocasión, quisiera comenzar por definir la palabra líder o liderazgo. En la búsqueda de una definición, encontré diez (10) maneras de definir el arte de liderar:
- Visión: Liderar implica tener una visión y compartirla con los demás.
- Motivación: A través de la motivación, el líder canaliza la energía y el potencial profesional de sus compañeros, con el fin de conseguir los objetivos.
- Servir: El líder está al servicio del equipo, y no al revés.
- Empatía: Una de las cualidades básicas en todo líder que se preste al éxito es precisamente la inteligencia emocional, esa capacidad -a menudo innata- que tienen los líderes para ponerse en el lugar de los demás, comprender sus preocupaciones y dar solución a los problemas.
- Creatividad: Los buenos líderes son capaces de crear un entorno que anime a todos los miembros de su equipo a desarrollar sus habilidades, de manera que contribuyan a la visión de la empresa.
- Exigencia: Solamente un líder exigente logrará grandes resultados. Además de esa exigencia, el líder tiene que saber escuchar, para conocer las necesidades de sus compañeros y poder proveer herramientas necesarias para que puedan realizar su trabajo.
- Dirigir: El líder debe estar al frente para dirigir y servir de guía a su equipo durante todo el proceso hasta que se cumple el objetivo marcado.
- Hacer equipo: Gracias a la actitud positiva imprescindible en los buenos líderes, y a la confianza que éstos depositan en sus compañeros, las personas obtienen mejores resultados. Los líderes con conciencia de equipo saben asumir la responsabilidad cuando algo no va bien, y recompensar al grupo tras un trabajo bien hecho.
- Asumir riesgos: Los buenos líderes saben adelantarse a su tiempo, ven oportunidades donde otros no las ven y saben contagiar la ilusión por su visión para tratar de hacerla realidad.
- Mejorar: Los líderes tienen la capacidad de convertir a los individuos de su equipo en estrellas, personas que han mejorado sus capacidades y han logrado desarrollar habilidades gracias a la influencia de su líder.
Ser un líder no tiene que ver con la posición que ocupe la persona, sino con sus actitudes y acciones. En el mundo ideal, todo aquel que ocupe puestos gerenciales y de supervisión, debería ser un buen líder. De esta manera, poder influenciar positivamente a los empleados a cargo y todo el personal que compone los diferentes equipos de trabajo. Esto impactaría directamente el buen funcionamiento de la empresa y se alcanzarían más fácilmente las metas y objetivos organizacionales.
Cada vez se están viendo más los procesos de Coaching dentro de las empresas. Esto es una excelente noticia ya que se está confiando en esta profesión para trabajar con el capital humano y acompañarles a continuar desarrollando su máximo potencial.
¿En tu lugar de trabajo has tenido sesiones de Coaching grupales o individuales? ¿Te gustaría experimentar el Coaching? Te leo en los comentarios.